Cultura y Emprendimiento
CULTURA Y EMPRENDIMIENTO
Investigaciones exhaustivas a nivel de análisis individual muestran un vínculo entre los valores, creencias y comportamientos de las personas, lo que hace posible que las diferencias en las culturas en las que estos valores y creencias están incrustadas puedan influir en una amplia gama de comportamientos, incluyendo la decisión de ser autónomo en lugar de trabajar para otros o de simplemente utilizar la cultura como medio de emprendimientos nuevos e innovadores. (Entrepreneurship and Culture, s.f.)
Es importante empezar por definir lo que significa ser emprendedor cultural. Estos emprendedores son agentes de cambio y visionarios ingeniosos que organizan capital financiero, social y humano, para generar ingresos a partir de una actividad cultural. Sus soluciones innovadoras dan lugar a empresas económicamente sostenibles que mejoran los medios de vida y crean valor cultural y riqueza tanto para los productores creativos como para los consumidores de servicios y productos de cultura. (Laopodi, 2014) Ejemplo de esto son los festivales de arte y la exposición de artesanías que se organizan en diversas ciudades del mundo.
Este espíritu naciente, que revela también una amplia diversidad entre países e incluso regiones, ayuda a los gobiernos locales a lograr crecimiento económico y en consecuencia la promoción de nuevos Startups en el entorno cultural del país. Esto convierte al emprendimiento cultural en una situación de ganar-ganar ya que incluso en medio de una recesión económica, la demanda de contenido cultural, marcas y experiencias está en auge. (Tullin, 2012)
Con casi el 50% de la población mundial viviendo en ciudades (alrededor de 3 mil millones de personas), los ‘citysumers’, (Tullin, 2012) como se les ha denominado, tienden a ser más aventureros y voraces por estas experiencias culturales, y con el auge de la tecnología y la digitalización también se ha acelerado el proceso en el cual los emprendedores pueden compartir sus actividades con el público.
La unión entre cultura, tecnología y espíritu emprendedor es donde emergen algunas de las mejores ideas del mundo. Los niveles actuales de innovación en cada uno de estos sectores individuales son rápidos, pero unir a estas hace que las oportunidades crezcan ampliamente.
Eduardo Orellana Soto